domingo, 21 de octubre de 2012

LO MALO PARA MÍ ES BUENO PARA TÍ

¿Recuerdas la tragedia de Chernóbil? Una nube radioactiva, procedente de la explosión de la central nuclear, se colocó sobre Alemania. Ante el peligro de contaminación radiactiva a través de los alimentos expuestos a ella, muchos productos fueron retirados de los mercados por orden del gobierno, entre ellos, la leche, pues las vacas habían comido hierba radiactiva.
El gobierno alemán indemnizó a los ganaderos por el perjuicio derivado de la prohibición de comercializar la leche, pero ésta no fue destruida, sino que se envió a África y Bolivia.
Los alimentos contaminados no son aptos para su consumo por parte de los europeos, pero sí parece que lo sean por los habitantes del tercer mundo.

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