sábado, 29 de noviembre de 2014

¿PENSAR CON EL CORAZÓN?

En el aniversario del nacimiento de la activista por la paz y la defensa del medio ambiente, Petra Kelly,  (29 de noviembre de 1947) he recordado aquella mañana del 1 de octubre de 1992 en que, al sonar la radio que tenía conectada al despertador, oí sin terminar de despertarme la noticia de su asesinato.
Más tarde, camino del trabajo, le comenté al compañero con el que compartía el coche: "Estaba todavía medio dormida y he oído en la radio algo que me ha impactado, pero no estaba todavía consciente del todo, y no recuerdo qué era - "Sería lo de la muerte de Petra Kelly y Gert Bastian - me respondió"


Petra Kelly, fundadora del partido alemán Los Verdes, participó en numerosísimas
actividades pacifistas y antinucleares.
a mediados de los setenta, en una época en que se abusaba y sobreabusaba de la energía nuclear, en que los EEUU y la OTAN establecían por doquier bases militares, las asociaciones de vecinos, las feministas, las asociaciones pro derechos civiles, los pacifistas y ecologistas se fueron organizando, movilizándose, y dieron lugar, en 1979, a la creación de un partido político llamado "Los Verdes", del que una de las figuras más destacadas fue la de Petra Kelly, que llegó a liderarlo en 1980: La primera mujer al frente de un partido político, del que se convirtió en representante en el Parlamento Europeo. El gran impulso que dio a la participación femenina en la política la convirtió en modelo a imitar por muchas mujeres.

Ese día, paradójicamente, había muerto de manera violenta aquélla que defendía que la violencia termina donde empieza el amor, que la no violencia era más fuerte que la violencia.

Esa misma tarde me senté a escribir la columna que, con el título "¿PENSAR CON EL CORAZÓN?" aparecería en el número de la revista Escuela Hoy, (boletín del sindicato STERM) correspondiente al siguiente mes de noviembre, y que transcribo a continuación:

Se nos fue Petra. Sí, Petra, te fuiste. Y la conmoción causada por la noticia de tu muerte, sólo podría considerarse equiparable en intensidad a la emoción experimentada ante la lectura gratamente sorprendente de tus escritos para quien, como tú, fuese ante todo mujer, alejada del personaje, con diferencia considerable a la de cualquier otra figura, histórica o contemporánea.

¿Pensar con el corazón?: Como si acaso esto pudiera resultar rentable... ¿Pensar con el corazón? ¿Y qué grupo, qué organización podría, a base de esta filosofía, presentar alternativas lo suficientemente atractivas para acaparar a un considerable número de electores o electoras? Difícilmente acceder a, ni tan sólo, una parcela de poder, con planteamientos éticos y consecuentes en defensa de la calidad de vida, en defensa del trasnochado valor de la solidaridad.
No era, precisamente ésta, la pretensión de personas como tú. El llegar al poder, aunque sea tan sólo a una tan mínima parcela como la de la ínfima representación parlamentaria que los verdes en su día llegasteis a conseguir, no puede abocar, según defendías, más que al principio de corrupción, a la adulteración de los ideales, a la traición de los principios de la persona...

¿Pensar con el corazón? Eso fue lo que hiciste, y lo que te llevó a la marginación por tus mismos compañeros y compañeras, pero quizás, al mismo tiempo, también te llevase a un mayor triunfo de lo que se podría considerar como fracaso.Te fuiste, Petra, pero nos has dejado algo a las luchadoras y luchadores que todavía vamos quedando navegando contra corriente; nos ha quedado tu mensaje: hay que pensar con el corazón. Gracias.