miércoles, 8 de mayo de 2013

CARTAGENA, NO HAY QUIEN TE ENTIENDA



Un grupo de personas esperó ayer en Santa Lucía la llegada de la Marcha contra el Paro, que fue recibida con entusiastas gritos y aplausos.
Una mujer, luchadora con muchos años de presencia en los movimientos sociales, me dijo conmovida: "Esto a mí me emociona" .
También a mí me emocionó, pero me disgustó al mismo tiempo. Me disgustó que no fuera mayor, mucho mayor la presencia de los cartageneros y cartageneras que tenían que haber llenado, no ya la plaza, sino todo el barrio, que tenían que haberse extendido hasta el puerto, hasta la estación de autobuses... en una ferviente y calurosa acogida.
Cuando la marcha se encaminó, en manifestación que rodeó el centro urbano, en dirección a la puerta de la Asamblea Regional, un hombre entrado en años, que hacía de gorrilla junto a la Casa del Mar, me preguntó "Esto, ¿pa qué es? ¿pal empleo?" - "Sí, para el empleo" - "Pos a ver si es verdad, que aquí tiene uno que estar de aparcacoches pa sacar algo".
¿Cuántos parados y paradas, cuántas madres y padres de jóvenes sin empleo podían haber acudido a apoyar la marcha y no lo hicieron? ¿Cuántas personas, de una u otra edad, de uno u otro sexo, que protestan por la situación en la barra del bar o la cola del cajero del supermercado, no han salido, ni una sola vez desde que comenzó la crisis, a manifestarse públicamente? ¿Será que no encuentran motivos para manifestarse? ¿Será que no sienten, realmente, los efectos de la crisis?

Porque eso es lo que muchas veces pienso: que en Cartagena no hay crisis, que no ha llegado todavía. Y si ha llegado, es que no se han enterado. No lo sabe la mayoría de la población... ¿Cuál será la Cartagena real? ¿La de las colas del paro, de las personas atendidas por diversas ONGs, de gente que busca y rebusca en los contenedores de basura, de abuelos y abuelas que mantienen a jóvenes sin futuro con una mínima pensión? ¿O la de quienes continúan abarrotando el teatro para ver una comedia, llenando las mesas de los restaurantes y saliendo de vacaciones de lujo? Pienso, a veces, que debe ser la segunda, porque si fuera la primera Cartagena la real, lo que habría estado abarrotado ayer tarde habría sido el paseo Alfonso XIII a la llegada de la Marcha frente a la Asamblea Regional.
No acierto a comprender por qué extraños motivos quienes se sienten agredidos, en la persona de sus allegados o en carne propia, por la surrealista situación que estamos viviendo, dejan de acudir a las calles a protestar por la supresión de sus más elementales derechos.
Definitivamente, este mundo no hay quien lo entienda. 


DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS.

 Artículo 23:


1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.


3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.





4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.






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